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Claves de una sólida temporada de los Leones

Mérida, Yuc. (www.leones.mx) 25 de septiembre.- Everth Cabrera atacó un rodado complicado de Yuniesky Betancourt, tomó la pelota con gran seguridad y metió un riflazo a primera para sacar el out cuando en tercera base estaba la carrera de la ventaja para Oaxaca en la décima entrada del séptimo juego de la semifinal de la Zona Sur. Días antes, en el segundo partido, Walter Ibarra, bateando a la derecha, conectó un cuadrangular que empató el encuentro en las últimas entradas. Sebastián Valle disparó jonrones importantes a lo largo del calendario, haciendo crecer su reputación de pelotero clutch.

Cabrera, Ibarra y Valle formaron parte de una sólida columna vertebral que fue fundamental para que los Leones lograran de forma global en los dos torneos su mejor récord (72-41) desde que dominaron la Liga Mexicana en 2016 (77-33, .700).

En la primera parte de un análisis del conjunto que se coronó en el torneo de Primavera de cara el receso de temporada, hablamos de la importancia de la llave de dobles matanzas de Ibarra-Cabrera, la presencia de Valle detrás del plato, el aporte de Ricardo Serrano y Art Charles y lo que se puede esperar del grupo y posibles movimientos para el próximo año.

La receptoría y el infield no deben sufrir grandes cambios. Cabrera e Ibarra formaron efectiva dupla, que en el Campeonato de Otoño fue clave para que Yucatán terminara con la tercera mayor cantidad de dobles matanzas (75) en el circuito. El ex big leaguer de Nicaragua, de 31 años, fue líder entre los torpederos en partidos jugados (55) y doble play (50) y aún mejor fue su rendimiento con la majagua, con el que tuvo méritos para ser considerado el león más valioso del torneo que está por llegar a su fin.

“Todo el mundo se siente cómodo trabajando con todo el mundo”, manifestó el parador en corto sobre el buen ambiente y química, que contribuyeron a la sólida campaña en la cueva.

La histórica barrida

Everth fue parte de una histórica barrida a Monterrey (Serie Final y los dos derbis del Juego de Estrellas) con el triunfo en el concurso de dobles matanzas al lado de Diego Madero, a quien le pasó la bola para el emocionante último out de la gran final de la Liga. Ibarra, quien el 1 de noviembre cumplirá 31 años, fue consistente en ambos torneos (.295 y .283; produjo en total 51 carreras) y su experiencia se notó en momentos importantes; en la Serie del Rey se voló la barda ante su ex equipo y frente a los bélicos fue líder de impulsadas del equipo (5).

Charles, de 27 años, es una prioridad para el club y así debe ser. La presencia imponente del gigantón es importante para apoyar a Luis Juárez y Jesús Valdez en el lineup. Superó la cerca en cada una de las tres series del primer playoffs y sumó ocho extra bases, segunda mayor cifra en la Liga. Sus turnos al bate de calidad y atleticismo son un plus. En 60 encuentros disparó 12 bambinazos y remolcó 42 registros.

Serrano regresó a finales del primer campeonato para apuntalar con Cabrera una defensa que dejó atrás titubeos para ser un punto fuerte en la carrera al cetro. El “Topo” saldó una cuenta que tenía pendiente, coronarse con un club al que llegó en 2014 y con el que había estado cerca de alcanzar la gloria.

En la esquina caliente podrían las fieras tratar de fortalecerse con un extranjero, aunque Serrano sigue siendo confiable. La muestra es que fue líder en cuadrangulares (8) y remolcadas (41) en el segundo torneo. Cuando el camino se puso difícil, Serrano y Cabrera impulsaron a la ofensiva. Diego Madero también lo hizo; el hermosillense de 26 años cumplió cuando se le necesitó y pronto le debe llegar la oportunidad de ser titular.

Valle, como acostumbra, apareció a la hora cero. Cinco palos de vuelta entera en la primera postemporada, la mayor cifra en la Liga, incluyendo uno en el séptimo duelo contra Monterrey, y con otro bombazo mandó al máximo la batalla contra Oaxaca. Su liderazgo, habilidad para detener lanzamientos difíciles, colocar envíos en zona buena y manejar los brazos, ayudó al cuerpo de serpentinas a ser top 5 en ambos torneos. El mochiteco de 28 años puso fuera a la mitad de los 26 corredores que se fueron al robo en el campeonato inicial; en el segundo sólo sacó a cuatro de 16.

Humberto Sosa mostró su valía y que debe continuar por su labor como receptor y primera base. Fue especialmente importante en el segundo torneo, ayudando a cubrir bien ausencias. Jonathan Aceves casi no jugó y en 2019 el tercer catcher bien podría ser un joven como Abraham López o Víctor Landeta, quien dio el brinco a la Norte de México.

Información de La Jornada Maya

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